Un cuaderno destinado a la materia de Filosofía y Educación en Valores contenía en su interior una completa hoja de marihuana. El material incautada en un operativo realizado por la Dirección Antinarcóticos y la Dinapen. Parte del estupefaciente incautado en el colegio Juan Pío Montúfar ubicado en la avenida Napo, sector de Luluncoto, sur-oriente de la capital.
Este operativo previamente planificado entre Policía Judicial y la Fiscalía de Asuntos de Adolescentes Infractores, se realizó el jueves 17 de abril, en las primeras horas de la tarde, con el fin de encontrar a los alumnos en clases y supervisar en el sitio a posibles micro-traficantes juveniles que distribuían alcaloides como marihuana, el peligroso “cripy” y pequeñas dosis de cocaína, envueltas en fundas de plástico.
Con un efectivo, veloz y sorpresivo desplazamiento, 90 agentes de policía Antinarcóticos y de la Dirección Nacional de Policía Especializada para Niños, Niñas y Adolescentes (Dinapen) se desplegaron en cerca de 20 cursos de cuarto y quinto curso de bachillerato, con el fin de supervisar e inspeccionar cada aula, mochilas y vestuario de alrededor de 700 estudiantes, para prevenir y controlar el consumo de estupefacientes en esta unidad educativa, que funciona en forma matutina y vespertina.
Sorpresa
Debido a la sorpresa, un porcentaje pequeño de estudiantes, empezaron a deshacerse de tamugas, envoltorios, tabacos, fundas, dosis, frutas como manzanas que servían de pipas artesanales para absorber sustancias ilícitas, cuchillos, molinillos rudimentarios para moler droga, tubos que contenían la sustancia “cripy” y fósforos.

Tanto los hombres y mujeres policiales participantes en el operativo. Informaron a los estudiantes que estos acciones que realizan las entidades de seguridad y control, como la Fiscalía y la Policía Nacional, tiene como objetivo proteger a la juventud del potencial peligro que representa las drogas y detener a quienes los inducen a consumir narcóticos, perjudicando su salud y su bienestar.
Inmediatamente los agentes de campo divididos en mujeres y hombres procedieron a revisar a los estudiantes de su mismo género, tanto sus prendas personales como sus mochilas, donde llevan sus prendas personales y sus libros y cuadernos.
Todo el operativo fue supervigilado por la Fiscalía del Estado. Los policías a cargo tuvieron el cuidado de no violentar los derechos humanos de los estudiantes; previo al operativo hubo la autorización del rector y de los profesores responsables de cada aula para efectuar la requisa.
Apoyaron en esta acción conjunta el Ministerio del Interior, Policía Nacional y Fiscalía; actuaron también la Dinapen, Unidad Antinarcóticos, la Unidad de Mantenimiento del Orden-UMO. Participaron los canes Cres, Britus y Chester como detectores de estupefacientes y que revisaron los sitios posibles que se podrían esconder y camuflar el alcaloide.
Con medidas
Luego del operativo se pudo conocer que cuatro menores de edad están con medidas de protección debido a que se les encontró una pistola de perdigón y eran sospechosos de consumo y distribución. Se procedió a llamar a los padres para que asuman su responsabilidad sobre los menores. Tres adolescentes fueron sorprendidos con tres cuchillos, quienes señalaron que los portaban para protegerse de agresiones.
Padres que estuvieron presentes en el operativo y que llegaron para conocer el estado de estudios de sus hijos se llevaron una sorpresa. Entre asustados y admirados por el operativo señalaron que desde que se convirtió el colegio en matutino y vespertino, el Colegio se dañó y estaban pensando cambiar a sus hijos a otro plantel que no tenga esos riesgos.
Recomendaron que es importante iluminar los pabellones centrales del colegio para prevenir este tipo de actividades ilícitas entre los adolescentes y reforzar la seguridad en las inmediaciones del colegio, pues está cerca de zonas críticas delincuenciales.
José Marín, rector encargado del Colegio Montúfar, señaló que no es la primera vez que se detecta este tipo de actividades entre los alumnos y que inclusive los padres han sido advertidos de esta peligrosa situación de abandono en la que se encuentran sus vástagos.
Separados o en rehabilitación
Por haber confiscado algunos paquetes de marihuana, a varios padres de los alumnos se les recomendó que les hagan exámenes de sangre para confirmar su presunto uso de alcaloides.
Poco después los mismos padres se acercaron al rector y confirmaron lo dicho por el profesor Marín. Explicaron que habían decidido poner a sus hijos en rehabilitación. Se conoció que alrededor de 80 alumnos del colegio han sido separados por este tipo de actividades ilícitas, muchos de ellos en clínicas de rehabilitación y otros por acciones de micro-tráfico y vinculación con drogas.
