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Países andinos intercambian experiencias en fiscalización y control de sustancias químicas

Dos detenidos por presunto delito de trata de personas y una niña rescatada, reportó la Unidad Especializada de lucha contra la trata de personas y tráfico de migrantes de la Policía Judicial.

Profesionales que trabajan en el control de sustancias químicas de los países que integran la Comunidad Andina realizaron en Quito, una reunión de trabajo para  intercambiar experiencias relacionadas con sistemas de fiscalización y control de sustancias químicas y farmacéuticas.

Esta experiencia se cumplió entre el 3 y 5 de octubre, como parte de las actividades del Programa Anti- Drogas Ilícitas de la Comunidad Andina (PRADICAN), que cuenta con el apoyo de la Unión Europea.

Los participantes conocieron el Sistema de Saldos de las Empresas (SISALEM) del Consejo Nacional de Control de Sustancias, Estupefacientes y Psicotrópicas de Ecuador – CONSEP aplicado, desde hace tres años para el control de las sustancias químicas controladas, a partir de un criterio preventivo. Esta experiencia ha sido reconocida internacionalmente por los resultados brindados.

La primera parte del programa estuvo centrada en conocer las características del SISALEM, el marco normativo, los registros institucionales, de las sustancias y la elaboración de informes entre otros aspectos importantes.

Asimismo, la actividad incluyó el análisis de los sistemas de control que se vienen aplicando en Bolivia, Colombia y Perú.

Al término de este intercambio de experiencias, los profesionales coincidieron en reconocer la importancia de la cooperación y coordinación interinstitucional a nivel de los cuatro países para optimizar las medidas de control de las referidas sustancias en la región, por lo cual ampliarán las explicaciones del SISALEM al interior de sus países.

El PRADICAN, tiene como fin apoyar las iniciativas de lucha contra las drogas ilícitas que se están desarrollando en los países andinos y busca lograr como resultados, observatorios nacionales de drogas fortalecidos y el establecimiento de una red entre ellos, espacios de diálogo entre la sociedad civil y los gobiernos, un mejor control de precursores químicos y laboratorios químico forenses de drogas, equipados.