Ibarra.- Peñaherrera, una pequeña parroquia ubicada en Íntag, provincia de Imbabura, y con 95 años de cantonización, por primera vez disfrutó de un espectáculo único: el show de los Pájaros Azules, el escuadrón acróbata de la Policía Nacional.

A tan solo tres horas y media de la capital del Ecuador, el país esconde esta joya de la agricultura: Peñaherrera. Desde el jueves 6 de agosto hasta hoy, domingo 9, se llevan a cabo las fiestas de parroquialización de Peñaherrera. Durante esos días, la Policía Nacional ejecutó un operativo para resguardar el control y orden público.

Como agradecimiento y homenaje por el trabajo en materia de seguridad, Carina Argüello, subsecretaria de Seguridad Interna, fue denominada madrina de las festividades. Por su parte, la Policía Nacional brindó un espectáculo único para todos los habitantes de la parroquia.

Alrededor de las 13h30 del sábado 8 de agosto, el Centro Reginal de Adiestramiento Canino (CRAC) realizó su show con tres de sus canes. Los hábiles perros demostraron a los niños sus destrezas saltando el arco y obedeciendo las órdenes de sus entrenadores. La ternura que desbordan por su gracia canina contagió a todo el público presente.

Luego, la adrenalina se tomó las calles de la parroquia. 11 de los 21 motociclistas de los Pájaros Azules, el escuadrón acróbata del Grupo de Operaciones Especiales (GOM), puso los nervios de punta de los asistentes. A las 14h30, el único ruido en la plaza era el de las motos.

Previo a su presentación, los Pájaros Azules calentaron motores, dejaron el miedo a un lado y salieron al escenario. Primero realizaron acrobacias individuales, como el conducir sin las manos en el volante y transportarse de pie sobre la moto.

También realizaron figuras en pareja. Todas con algo en común: el equilibrio y destreza para que la motocicleta se desplace sola y sin caerse. Además de eso, llevaron a cabo una pirámide compuesta por nueve personas sobre este automotor de dos ruedas. Con una hora de espectáculo se ganaron el cariño de la gente. Y, como siempre, para cerrar con broche de oro, dos de los pilotos más arriesgados y con más práctica, ejecutaron un salto sobre una rampa de un metro de altura y ‘sobrevolaron’ tres motos estacionadas.

Joselo Flores, ciudadano, señaló que es la primera vez que esta parroquia tiene la oportunidad de disfrutar de un espectáculo de esta magnitud. Agradeció a la Policía Nacional por su labor y este tipo de eventos dirigidos a grandes y chicos.

María Fernanda Torres, delegada del Ministerio del Interior, agradeció el cariño y la apertura de Peñaherrera. Darío Cevallos, teniente político, expresó la alegría colectiva del cantón por la presencia de esta Cartera de Estado y de la Policía Nacional.

Para finalizar e iniciar con la ‘fiesta’, la banda musical de Peñaherrera realizó una pequeña guerra musical con la banda de la Policía Nacional. Ambos entonaron música tradicional de la serranía y cumbias que pusieron a bailar a toda la parroquia. Redacción A. V. /Quito.

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