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Pescadores de la Chorrera emprenden sus labores diarias con mayor seguridad

Pedernales. Las embarcaciones dedicadas a la pesca artesanal en la parroquia de La Chorrera vuelven con más tranquilidad y seguridad a la mar, ya que reactivar la economía y turismo de la zona es vital para sus habitantes que, debido al terremoto del pasado 16 de abril, perdieron sus viviendas o gran parte de ellas y también sus herramientas de trabajo.

Una Unidad Móvil de Atención Ciudadana se encuentra permanentemente en el sector. El patrullaje policial en la zona costera es constante las 24 horas y los siete días de la semana, que trabaja en prevención de delitos con efectivos de Servicio Urbano, Grupo de Operaciones Motorizadas (GOM), Grupo Especial Móvil Antinarcóticos (GEMA), y Dirección Nacional de Inteligencia (DGI).

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Un contingente de alrededor de 800 efectivos resguardan la Seguridad Ciudadana en Pedernales y Jama. El sector de la pesca artesanal da trabajo en esa zona a unas 150 embarcaciones, de las cuales 40 están adscritas a la Cooperativa de Producción Pesquera artesanal Los Delfines, otras 30 a La Chorrera y el resto son independientes.

Varios pescadores y comerciantes se han reintegrado a sus actividades pesqueras y comerciales con las salidas de las embarcaciones a la mar, donde capturan en sus redes pescado y camarón, los principales frutos del mar a ser comercializados en el puerto y mercado de Pedernales.

Pese al temor por las réplicas que pudieran presentarse y la variación de precios en los productos, sus pescadores aseguran que el resguardo policial y el apoyo gubernamental brindado a la comunidad les ha incentivado a levantar el ánimo y las fuerzas para continuar y mejorar sus condiciones de vida.

Carlos Vaca, pescador artesanal que vive más de 25 años en La Chorrera, señala que las mayores o menores ganancias por jornada de pesca son en promedio 50 dólares diarios, aparte del pago de salarios a obreros y combustible, dependiendo según él, del éxito en las capturas, porque «este trabajo de la pesca artesanal es una aventura. La pesca no es segura todas las veces», comentó Vaca.

Agrega que el fortalecer los servicios de la Policía, por la seguridad de los habitantes en la Chorrera, los ayuda a emprender sus actividades con tranquilidad y resalta que la comunidad está firmemente unida para contrarrestar cualquier tipo de delitos o personas ajenas que quieran involucrar a sus moradores en temas de narcotráfico.

Leonardo Enríquez es un pescador y comerciante que mira un futuro prometedor para su familia con el proyecto de Gobierno sobre la construcción de un puerto pesquero y conjunto habitacional en su zona, ya que largos años han pasado sin que se aplique mejoras a los servicios de salud, vivienda, faenamiento del producto y con la gestión emprendida por el Ministerio del Interior aumentará la calidad en la productividad pesquera del sector.

Su familia vive en una de las carpas instaladas en los alrededores de la comunidad pero está a la espera de que los trabajos terminen en el área del conjunto habitacional para trasladarse junto a su esposa y sus dos hijos.

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Complejo habitacional

En La Chorrera, en 11 hectáreas de terreno, se construye un complejo habitacional con lotes de terreno de 128 m2. La vivienda tendrá un área de construcción de 75 m2, con la posibilidad de implementar posibles expansiones a gusto de cada familia. Cada una recibirá el título de propiedad de la casa y el terreno.

Alrededor de 450 familias, que suman más de 1.500 habitantes, serán las beneficiarias de esta iniciativa que busca reubicar a los moradores de este sector, ya que más del 90 % de sus viviendas resultaron afectadas y se encuentran en una zona de alto riesgo sísmico.

El complejo habitacional tendrá todos los servicios básicos como energía eléctrica, agua potable, alcantarillado, áreas verdes, canchas deportivas y demás servicios.

También habrá una capilla, una Unidad de Policía Comunitaria, sala comunal, guardería, calles adoquinadas y un área de tratamiento de desechos.

Actualmente, en el área se encuentra maquinaria realizando trabajos de nivelación del terreno, pero existe una casa modelo que está diseñada y construida de un material altamente resistente como la caña guadua, que las convierte en antisísmicas y mediante un proceso técnico son tratadas para mejorar su calidad. Son de dos pisos. La planta baja tiene cocina, sala comedor, y un área social. La planta alta tiene tres dormitorios y un baño. Viviendas cómodas que permitirán mantener una adecuada ventilación y ofrecen durabilidad.

Por otra parte, en la franja costera se tiene planificado implementar la parte productiva de La Chorrera, un puerto pesquero donde habrá un área de mercado de mariscos, cuartos fríos, área de envasado en frío, taller de reparación y bodega para motores, un astillero, reparación de mallas de pesca, patio de comidas y procesamiento de desechos orgánicos.

De esta manera, combinar vivienda en un sector y productividad en otro, para repontenciar el comercio, el turismo y la reactivación económica de la zona tienen como fin mejorar las condiciones sociales y productivas de sus habitantes, para fortalecer el trabajo en Seguridad Ciudadana y continuar con la baja de todo tipo de delitos. Redacción A. R. /Quito.

Fotografías:


 

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