Cuenca. Con un contingente de 60 policías, la Policía Nacional y la Intendencia del Azuay ejecutó un control preventivo en los exteriores del coliseo Jefferson Pérez, antes del concierto del artista colombiano Santiago Cruz, la noche de ayer.

El personal policial se instaló en la entrada principal, para registrar a las personas que acudieron al evento. En el registro, mujeres policías se encargaron de revisar las pertenencias del público femenino, con el objetivo de evitar el ingreso de sustancias prohibidas y objetos que representen algún peligro a los asistentes.

Durante el cacheo, los uniformados encontraron cajetillas de cigarrillos y varias botellas plásticas con licor. Los jóvenes entregaron voluntariamente las botellas, para evitar inconvenientes y disfrutar del concierto.
El capitán Freddy Velazco, jefe del operativo, indicó que el control se extendió hasta la culminación del concierto. Con el decomiso del licor evitaron que los asistentes consuman en el interior del coliseo y protagonices actos violentos.

“La cantidad de licor y objetos prohibidos que se decomisa en este tipo de eventos cada vez es menor, lo que demuestra que la ciudadanía va tomando conciencia de que en estos conciertos se puede disfrutar de forma saludable, sin ingerir bebidas y sobre todo sin poner en riesgo su integridad y la de terceras personas”, indicó Velazco.
Exteriores
El operativo cubrió también los alrededores de la zona en la que está ubicado el coliseo. La intendenta de Policía, Viviana Bueno, recomendó a los propietarios de las tiendas, cerrar los negocios para que los jóvenes no tengan acceso al licor, en horario no establecido.

“Buscamos que la seguridad sea integral, si evitamos que los asistentes ingresen con licor al escenario y que lo vendan al interior, también debemos controlar los exteriores y así evitar que el salir del concierto las tiendas del sector se conviertan en cantinas y se registren problemas”, acotó Bueno.

Bajo esta premisa, el personal de la Intendencia pidió a los propietarios de las tiendas y licoreras que acaten el horario de funcionamiento determinado y cierren las mismas antes que las personas salgan del concierto. Redacción OE/Azuay.

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