Policía Nacional del Azuay, lista para el pase del Niño Viajero

350 miembros de la Policía Nacional del Azuay brindarán seguridad a los fieles católicos que participen en el tradicional pase del Niño Viajero que recorrerá este martes 24 de diciembre las calles de Cuenca.
El coronel Marcelo Tobar, comandante de la Subzona de la Policía Nacional del Azuay, indicó que para el control de este evento religioso se ha coordinado con el ECU-911 y los organismos de socorro para garantizar la seguridad de todos los asistentes.
“Es obligación de la Policía resguardar la integridad de los miles de asistentes a este evento. A más de los uniformados y socorristas, contaremos con 16 cámaras del ECU-911”, comentó Tobar.
Cadetes uniformados de gala escoltarán a la imagen religiosa, que recorrerá el centro de la ciudad. La concentración será a las 08h30 en el sector de Corazón de Jesús, y tomará las calles Gran Colombia, Simón Bolívar, Luis Cordero y Mariscal Sucre.
Durante el trayecto, la imagen del Niño irá en los brazos del coronel Ignacio Benítez, como máximo representante de la Policía Nacional en el Azuay que es el prioste este año.
Protección
Benítez, comandante de la Zona 6 de la Policía Nacional, compartió su emoción por la declaratoria dada por las Hermanas del Carmen de la Asunción, organizadoras de la pasada tradicional de Cuenca. “El ser padrino del Niño Viajero es un compromiso de fe, en la que el policía trabaja para dar seguridad y a la vez confía en que Dios nos protege”, indicó.
En lo personal, el comandante manifestó que es un devoto del Niño Viajero y al tenerlo como ahijado, es una alegría inmensa, porque recibirá bendiciones para él, su familia y la Institución.
“Cada policía tiene momentos peligrosos en su trabajo, y muchos tememos no regresar con la familia, pero al confiar en el Niñito, nos da la fuerza para seguir con nuestra labor”, acotó Benítez. Por esa razón, cada Policía inclina su cabeza y pronuncia una oración para encomendarse a Dios, antes de iniciar su trabajo.
“Señor yo soy Policía, tú me infundiste esta vocación, así como tú velas por el orden del mundo yo también te ayudo a cuidar al menos una parte del mismo. Dadme Señor paciencia, prudencia e inteligencia para servir acertadamente a la sociedad. Protégeme a toda hora y protege a mi familia en mi ausencia. Gracias Señor”.
Integración por fe
Entre la multitud de cada año (60.000 personas aproximadamente), también se encuentran oficiales de la Policía que involucran a sus hijos en la procesión con vestimentas de pastores. Es el caso similar del capitán Jorge Aro organizador logístico del evento religioso, por 16 años ha participado en cada pase del Niño Viajero.
A su devoción integra a su familia, comparten la misma fe y solicitan la protección en su trabajo de riesgo. “Cada año me involucro en la procesión, más no por trabajo, sino por fe. Por amor a lo que creo”, comentó Aro.
El compromiso por ser prioste del Niño será estar siempre unidos, bajo la bendición de Dios, indicó Benítez. Además, resaltó el trabajo responsable, libre de corrupción. Aspira que ese ejemplo de la Policía Nacional se mantenga y se fortalezca con la ayuda de Dios.
El Niño vestirá uniforme
Para la elaboración del uniforme del Niño Viajero coordinaron entre las hermanas del Claustro del Carmen de la Asunción y la Policía Nacional del Azuay. La ropa que usará en la procesión será un traje azul de la Policía, que lo identifica como el alto oficial.
Aro explicó que tres religiosas bordaron la capa y el gorro, mientras el sastre de la Policía, Alfonso Pasmay, le dio forma a la vestimenta en una semana. El traje azul con negro tiene bordados de laurel en hilo de oro, que significael máximo grado de la Policía, (coronel). A más del gorro de general, lleva un cinturón tricolor con un escudo de oro, de 24 quilates.
Pasmay lleva 30 años como policía, pero su vocación por la sastrería inició a los 14 años. Es la primera vez que confecciona ropa para el Niño Viajero. Cuidó de cada detalle para que el trabajo sea perfecto.
Una semana fue el tiempo de su elaboración, por lo que se siente orgulloso de su trabajo y confía en que será recompensado con su labor diaria y protegido con el mismo manto que le hizo al Niño. / Olga España