Por turnos, llevaban los policías sobre sus hombros la imagen de la Virgen por algunas cuadras a la redonda del Centro Histórico. Las personas creyentes se unían a la procesión para formar parte de la fe. La aglomeración de la gente llamó la atención de extranjeros, quienes también se sumaron al evento.

Los caballos de la Unidad de Equitación y Remonta (UER)  condujeron a más de 200 personas en el recorrido hasta llegar al Monasterio del Carmen, mientras por los cielos, el aeropolicial brindó seguridad a la ciudadanía y los envolvió en pétalos de rosas.

El general Ignacio Benítez, comandante de la Zona 6 de la Policía Nacional, compartió su fe con las personas, al acompañarlos en el trayecto, como parte del agradecimiento ante las bendiciones recibidas para la Policía. “El trabajo de la Policía está en constante riesgo, por lo que es agradable para nosotros tener la ayuda de la Virgen, que nos proteja para seguir ofreciendo nuestro servicio a la ciudadanía”, comentó.

La población también agradeció el trabajo policial, ya que han sido testigos de los buenos resultados entregados en los últimos años. “La bendición de la Virgencita cae sobre todos y que mejor si la Policía también cree en ella, para que los cuide y sigan así, combatiendo la inseguridad.  Ahora la imagen es diferente, son más responsables y justos”, manifestó Claudia Galarza, devota de la Virgen del Carmen.

Para Carlos Merchán participar de la procesión cada año es una tradición que no dejará, hasta cuando su cuerpo lo permita. Sin embargo, confía en que habrá un buen legado que colaborará siempre con la comunidad, como lo es la Policía Nacional. “El ver tanto policía acompañando a nuestra madre, genera una confianza y tranquilidad, al saber que estarán ahí con fe, para seguir con la tradición.  Además, reciben la bendición divina para mejorar en su trabajo”, comentó. / Redacción Azuay.

Fotografías: