Policía Nacional participó como anfitriona en la misa de la virgen del Carmen, en Cuenca
Cuenca. Como anfitriones de la misa de la Virgen del Carmen, la Policía Nacional en el Azuay participó ayer del Quincenario. La ciudadanía rezó y pidió por la seguridad de los uniformados, quienes la protegen y arriesgan sus vidas por precautelar la integridad de las personas.
El encargado de la primera lectura fue el coronel Rubén Reyes, jefe del distrito Cuenca Sur, quien la relacionó el texto leído con la actividad diaria de la Policía, que está orientada a vigilar y evitar conflictos en los hogares y lugares públicos. Acto seguido, el padre Gustavo Mora, en su evangelio, habló sobre la defensa y sacrificios de la Policía, para dar la seguridad a las comunidades.
En una de las peticiones, un ciudadano elevó su voz para compartir su gratitud con la Policía y pedir a la Virgen que los proteja y no permita que la corrupción los invada. Para culminar, el padre Mora entregó escapularios a todo el personal policial y a su familia.
“Con los escapularios bendecidos estarán protegidos por el manto de la Virgen, para que cumplan su trabajo y velen por las familias azuayas”, manifestó el padre al terminar la ceremonia y agradecer a la Policía por expresar su fe.
El coronel Marcelo Tobar, jefe de la subzona Azuay, expresó su devoción al participar cada año en las eucaristías del monasterio del Carmen de la Asunción, lo que se ha convertido en una agradable tradición para la Institución y su personal.
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“La Policía, a más de cuidar a la sociedad, también vela por sus familias, por lo que se pone bajo el resguardo de la Virgen. Agradecemos a los religiosos por invitarnos cada año, para darnos la bendición”, acotó Tobar. Redacción O. E. /Azuay.
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