Cuenca.- En una emotiva ceremonia religiosa, el personal de la Policía Nacional de la Subzona 1 Azuay recibió la bendición de la virgen del Cisne luego de celebrar una misa en su honor, en la Catedral de la Inmaculada, con la participación de autoridades civiles y ciudadanía en general.

El estandarte de la Policía Nacional se ubicó en el altar principal, junto a la imagen de la virgen, patrona de la institución desde hace 14 años. Asimismo, las ofrendas entregadas durante la celebración estaban vinculadas al trabajo policial.

Monseñor Luis Gerardo Cabrera celebró la misa, en la que participaron activamente los miembros de la Policía Nacional y la ciudadanía. “Sin duda, el trabajo policial exige un alto nivel de sacrificio y de responsabilidad, pero al mismo tiempo genera una de las satisfacciones más grandes del ser humano, ayudar a su prójimo en toda circunstancia y momento”, agregó.

Para Cabrera, la labor de un policía requiere un poco más de reconocimiento, ya que en muchas ocasiones arriesgan su vida por ayudar a los demás, por ello es importante que su fe y sus creencias se refuercen con el acercamiento a la iglesia, sobre todo cuando su patrona es la madre de Cristo.

El coronel Rubén Reyes, jefe de la Subzona Azuay, indicó que este tipo de actos son un homenaje a la protectora de los policías y refuerzan las creencias de los miembros de la institución, sus valores y compromiso con el servicio a la comunidad.

“Como policías estamos expuestos a riesgos, y en muchos casos nos encontramos alejados de la familia. Por eso, recibir la bendición de la iglesia y, sobre todo, de nuestra patrona es muy importante desde el aspecto emocional, ya que los uniformados somos personas muy devotas”, acotó Reyes. Redacción M. N. /Azuay.

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