Guayaquil. Abriendo camino para el resto de las mujeres en la Policía Nacional se encuentra a Patricia Magola Reinoso Armendáriz, de 34 años de edad, quien es cabo primero y la única en pertenecer al Grupo Especial Móvil Antinarcóticos (Gema).

“Ser la primera mujer Gema es para mí una gran responsabilidad que la asumo día a día, con honor, valor y vocación. Elegí este trabajo porque sé que desde aquí puedo aportar en la lucha por lograr un mundo mejor para todos, principalmente para mis hijas”.

Reinoso está casada con el sargento segundo Diego Orozco Calderón, de 39 años de edad, también Gema. Tienen dos niñas, Fernanda de 8 y Daniela de 6 años de edad. Actualmente espera a su tercer hijo.

La mujer policía relata que rápidamente aprendió a combinar su fuerte jornada laboral con la noble misión de ser progenitora. «En mi trabajo sabemos cuándo ingresamos pero no tenemos hora de salida, en ocasiones hay operativos en distintas ciudades que duran dos o tres días y en ese tiempo solo podemos saber de nuestras niñas por llamadas telefónicas. Por eso, cuando estamos francos buscamos darle lo mejor a mis hijas”.

Orozco admira a su esposa por su fortaleza y entrega. “Me siento muy orgulloso de ella, sabe llevar muy bien su responsabilidad tanto dentro de la institución como en el hogar, respetando en todo tiempo su familia y su trabajo”.

Pensativa mientras acaricia a su bebé de 7 meses en su vientre y observa en la sala jugar a sus hijas, Reinoso expresa: “Tratamos de darles ejemplo a través de nuestras vidas para que cuando no estemos nosotros, ellas puedan recordar que fuimos honestos, leales y perseverantes en nuestras metas, para que a partir de ese patrón, sean seres de bien”.

Reinoso tiene 12 años y 3 meses en la institución policial, ha realizado cursos nacionales e internacionales. “Fui capacitada en curso de Gema en Baeza, realicé el curso Garras del valor e Investigación Criminal en Bolivia, Protección a Dignatarios y varias capacitaciones dentro de la unidad”, afirmó Reinoso, quien ha participado en importantes casos donde el Gema ha tenido excelente productividad.

“Yo trabajo muy a gusto en esta Unidad, la mujer policía ha ganado mucho espacio en la institución, no hay discriminación, en todo momento recibí respeto y consideración de mis compañeros y superiores, me alentaron desde el entrenamiento y me apoyaron al igual que a todos, sin distinción y con firmeza, eso nos alentó y nos impulsó a llegar a la meta”, recuerda la primera mujer Gema en el país.

Patricia agradece a Dios el poder realizar un trabajo que le gusta y al mismo tiempo haber formado junto a su esposo una hermosa familia. Reconoce que su madre ha sido un pilar fundamental en su vida y agradece a todos los seres que en algún momento la formaron y fortalecieron en esta noble profesión. /Redacción Guayas.

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