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Quito vivió unas fiestas diferentes: Menos alcohol, más seguridad

El Ministerio del Interior impulsó una campaña para vivir las Fiestas de Quito sin el consumo de bebidas alcohólicas. Quienes participaron de la iniciativa comparten sus apreciaciones.

A las 20:40 del pasado miércoles 5 de diciembre, frente a Soraya Vallejo se extendía una fila de aproximadamente 150 personas en el extremo occidental de la plaza Mariscal Foch, en Quito. Esta quiteña y sus tres familiares no tuvieron inconveniente en esperar casi dos horas, en medio del frío capitalino, para subir a la chiva auspiciada por el Ministerio del Interior y festejar a Quito sobre ruedas y sin alcohol.

Como ellos, un aproximado de 4.000 personas, entre el 1 y el 6 de diciembre, participaron de la campaña “La fiesta es viva sin bebida”, que se activó desde las 18:00 hasta las 23:00 en el norte y sur de la urbe. La espera de los ciudadanos se hizo amena con la banda de pueblo que se ubicó en el stand ministerial y cuyas melodías invitaron a los transeúntes a bailar y dejar un poco de su bebida alcohólica en un recipiente para mostrar que la alegría y buen humor pueden desplazar al licor en los festejos.

Este año fue evidente la reducción en la circulación de bebidas alcohólicas entre la gente que concurrió a la plaza Foch. El hecho fue percibido como positivo por Michelle Rosero, de 19 años, quien mientras esperaba su turno para abordar la chiva señaló que evitar el consumo de licor eleva el nivel de seguridad de la ciudadanía, ya que “una persona que no ha bebido está al cien por ciento para todo: puede pedir ayuda, evitar situaciones peligrosas y cuidarse”, según señala esta estudiante de Ingeniería en Comercio Exterior que bailó en la chiva junto a sus seis amigos.

Cada 30 minutos, la chiva transportó a 35 personas en un recorrido que comprendió las calles Mariscal Foch, Juan León Mera, Reina Victoria hasta llegar a la Cordero. A bordo del vehículo, la alegría desbordó con canciones dedicadas a Quito y música bailable. Los pitos, antifaces, collares y cotillones distribuidos por los promotores de la campaña dotaron a los pasajeros de instrumentos para expresar su algarabía.

En la parte posterior del vehículo, Jhonatan Reyes, cautivaba a los presentes con su destreza para maniobrar las cocteleras en cuyo interior se mezclaban ‘La guaragua’, ‘San Francisco’ y el ‘Chulla quiteño’, cocteles de frutas naturales que se crearon para refrescar a los farreros. Durante la campaña se distribuyeron cerca de 3 000 vasos de estas bebidas.

Entre las luces multicolores y los flashes de cámara que buscaban plasmar el momento, Cristian Alvarado, estudiante de Medicina, farreó por primera vez en una chiva la noche del pasado 5 de diciembre. Para este joven de 20 años, fue agradable conocer que en el recorrido no se consumieron bebidas alcohólicas y que pese a ello disfrutó junto a sus cinco amigos de una experiencia agradable. “Se puede pasar chévere sin alcohol”, manifestó Cristian al descender del vehículo junto a su novia.

Verónica Villarroel dijo confiar en que esta iniciativa se fortalecerá para futuras fiestas, pues si se consigue crear conciencia en los jóvenes de que una fiesta no necesita alcohol se incrementará la confianza de los padres para permitir que sus hijos salgan a divertirse.

La noche transcurrió y bajo el cielo de la Capital muchos vivieron la experiencia de farrear sin alcohol y vieron allí una opción para contribuir con su seguridad.


 

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