Realizar excursión en media y alta montaña requiere de medidas preventivas

Quito. Con 38 años de creación, el Grupo de Intervención y Rescate (GIR) posee dentro de sus filas el área de Rescate. Segmento que se especializa en el rescate de personas en media y alta montaña.
Es un fin de semana cualquiera, quizás un feriado. Buscar alejarse de la multitud que se concentra en los balnearios del país puede significar una opción: ir de treiking o caminata por la media montaña o alcanzar una cumbre, (hasta ese punto, la idea se lee genial). Sin embargo, es necesario tomar precauciones para evitar sufrir algún percance que signifique esperar el rescate por parte de los especialistas del GIR.
Santiago Viteri, jefe del Área de Rescate del GIR, accedió a una entrevista con el propósito de brindar consejos de seguridad para prevenir incidentes a la ciudadanía ávida de aventura. El uniformado comentó que existe una diferencia en la media y alta montaña. La primera, también denominada ‘Treiking’, es la actividad de caminar por montaña, entiéndase como media montaña el Guagua o Ruco Pichincha, Tungurahua, Pasochoa, entre otros, en los que el terreno es tierra y existen pocas cumbres.
Para esta actividad, señaló Viteri, es indispensable el uso de vestimenta acorde al sitio, pues caso contrario, podría significar una hipotermina o baja de la temperatura corporal. Viteri explicó que lo esencial es una primera ‘piel’ o prenda de vestir ligera que permita expulsar el sudor que se genera por la actividad. Encima de esta van dos chompas o chalecos abrigados que impidan el enfriamiento del cuerpo.
Posteriormente, se requiere botas resistentes al agua y que sean antideslizantes, para evitar un resbalo o caída. A esto, indicó Viteri, hay que agregar un gorro de lana, guantes y gafas protectoras del viento y el sol.
La alimentación es otro factor importante, pues cuando se va entre amigos, generalmente las bebidas gaseosas, snacks o comida chatarra, son el menú. En este punto, Viteri enfatiza que se debe llevar una mochila con provisiones que generen energía y vitaminas al cuerpo. Aquí entran los frutos secos, frutas, de dos a tres litros de agua, bebidas hidratantes. Adicional, un botiquín de primeros auxilios, linterna y un teléfono celular para llamar por cualquier emergencia.
Seguridad en alta montaña
En alta montaña el panorama antes planteado cambia. En este punto, el aventurero debe estar en óptimas condiciones físicas, es decir, prepararse para lograr la cumbre o alcanzar la cima de un nevado. Como alta montaña se consideran los nevados como el Cayambe, Ilinizas, Chimborazo, Antiasana. Eso sí, siempre se debe realizar esta actividad con un guía especializado.
Aquí, la preparación física es primordial. Viteri indicó que un ciudadano debe prepararse por semanas o quizás meses, para adaptarse al clima. Poco a poco, debe ir haciendo treking hasta obtener un físico que le permita su objetivo.
La vestimenta es la misma que la que se utiliza para media montaña, pero adicional a eso se debe usar chompas rompevientos e impermeables, un casco y puntas de metal en las suelas del zapato. Las sogas, mosquetones, bastones para caminar, ganchos de metal o piolet para, en caso de una caída, evitar resbalarse y, clavos que permiten fijar cuerdas y sogas en el hielo.
Generalmente, querer alcanzar una cumbre significa acudir al nevado de madrugada, por la estabilidad del hielo, por lo que es esencial una linterna y la vestimenta abrigada.
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Casos
Dentro de la Unidad, Viteri ha sido partícipe de múltiples rescates. Entre los más destacables, el uniformado resaltó el rescate de una ciudadana canadiense que falleció en el Cayambe. Este suceso ocurrió en el 2013. Ella iba con un guía, quien la sostenía. Sin embargo, al ascender a la cima, cayó un bloque de hielo sobre ella.
Entre los sucesos más comunes es el rescate de jóvenes en media montaña, quienes se aventuran en muchas ocasiones sin la ropa adecuada, sin provisiones, sin fijarse en el clima y sin avisar a alguien al lugar al cual acudirán. Redacción A. V. /Quito.
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