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Realizar labores comunitarias y compartir con la ciudadanía es el compromiso de la cabo Colala

Manta. “Los miembros del orden deben estar preparados para desempeñar cualquier función, en el servicio al que sean enviados para beneficio de la ciudadanía”, así lo manifestó la cabo segundo Isabel Colala, uniformada, quien lleva nueve años en las filas policiales, sirviendo a la comunidad.

Colala nació en el cantón Durán, provincia del Guayas y tiene 29 años de edad. Cursaba la universidad cuando decidió formar parte de la Policía Nacional, su padre era militar y ella quería servir a la Patria como lo hacía él. “Gracias a Dios, al esfuerzo de mis padres y al mío, logré mi objetivo”, dijo.

Mujer motorizada

La funcionaria policial ha pertenecido a varios servicios como: el Grupo de Reacción, Grupo de Tránsito, Policía Comunitaria, Grupo de Operaciones Motorizadas (GOM), Grupo de Inteligencia y el Grupo Los Intocables. Actualmente se desempeña como la encargada de Atención Ciudadana en la Unidad de Policía Comunitaria (UPC) Cuba, en el distrito Manta.

“En Los Intocables estuve seis meses en Quito y hacíamos muchos operativos. En cambio, cuando pertenecí al GOM vigilábamos los centros comerciales y entidades bancarias. Del total de los integrantes habíamos cuatro mujeres, que poco a poco recibimos el pase a otros servicios. En la Policía Comunitaria pude compartir mucho con la comunidad, lo que ha sido muy positivo para todos”, afirmó la cabo segundo.

Capacitadora

Como secretaria de la Policía Comunitaria en Manta capacitó a sus compañeros en temas como: asambleas comunitarias, Registro de Actividades Policiales (RAP), buenas prácticas policiales, lenguaje de señas, ‘Botón de Seguridad’, entre otros.

Su meta en el Circuito Cuba es compartir con la ciudadanía, efectuar labores comunitarias, atender a las personas y dar información sobre los procedimientos que deben seguir de acuerdo a los auxilios. Además de colaborar con el grupo motorizado o como auxiliar de patrullaje. Algún día espera cumplir su sueño de pertenecer al grupo  Pajaros Azules, de la Policía Nacional, que realizan acrobacias en las motos.

Es alegre, atenta y comunicativa. “Me siento orgullosa de ser mujer, servir a la Patria y a la ciudadanía. Nada es imposible, soy fuerte, emprendedora y luchadora. Doy gracias a Dios por los talentos que me dio para estar preparada y especializada en cualquier servicio que me designen”, manifestó.

Le gusta el fútbol y lo practica, se desenvuelve en el campo de juego como defensa, a la vez realiza natación. En sus ratos libres viaja para visitar a su familia y compartir con ella.

“A las compañeras que recién inician la carrera deseo aconsejarles para que no desmayen, porque la profesión de policía es gratificante. Recuerden que todo sacrificio tiene recompensa. A la ciudadanía le recomiendo que no tenga miedo a denunciar y que no sea cómplice de estas personas que cometen malos actos, eso ayudará a disminuir los índices delincuenciales”, sostuvo. Redacción L. R. /Manabí.

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