Entre las recomendaciones se hizo especial énfasis en que los menores en lo posible, no manipulen explosivos pirotécnicos y menos los que no hayan detonado, puesto que algunos demoran en estallar y podrían hacerlo de un momento a otro.

No se debe encender explosivos pirotécnicos en las manos, o dentro de recipientes como latas, botellas u otro objeto que puede también estallar con el impacto.

No guardar en la casa, dentro de la ropa o cerca de su cuerpo estos explosivos, puesto que el calor o la fricción los puede activar.

Cuando uno de estos detonantes no explosione, no los toque aunque usted crea que la mecha esté apagada, lo recomendable es que con un palo lo aleje de los demás detonantes y le arroje abundante agua.

No permita que los niños jueguen con estos materiales, y menos que extraigan el contenido o se lo lleven a la boca, en caso de que algún menor de edad haya ingerido este material llevarlo inmediatamente a un lugar de atención médica emergente.

Todos los explosivos emanan gases tóxicos, por lo que es mejor mantenerse alejado de ellos. Cualquier partícula puede llegar y lastimarle la piel o los ojos.

Recuerde que las detonaciones causan estrés en las mascotas de la casa, porque tienen la capacidad de escuchar cinco veces más que los humanos, pero a usted, de igual forma, el ruido le puede llegar a lastimar los tímpanos de sus oídos, así que trate de proteger su aparato auditivo.

Cuando usted compra materiales explosivos siempre se corre riesgos, por lo tanto las autoridades policiales recomiendan aplicar en todo momento medidas preventivas de seguridad, con el fin de vivir estas fiestas de fin de año en paz. Redacción B. CH. /Guayaquil.