Salvatierra, el policía mundialista
Era la primera vez que el servidor policial salía del país, por lo que tenía sentimientos encontrados: tristeza por alejarse de su tierra y la alegría de apoyar a la selección en un mundial.
“En el momento de cantar el Himno Nacional se me erizó la piel. Me dieron ganas de llorar. Fue algo emocionante que sólo los hinchas del país podemos sentir”, mencionó el agente.
Su amor por la seguridad lo llevó al análisis del dispositivo desplegado por los policías brasileños. Considerando que los controles son muy eficientes y que hay una similitud en el equipamiento con el que cuenta la Policía Nacional del Ecuador.
Cuando sus familiares y amigos le preguntan cómo le fue en Río de Janeiro, él les dice que “es algo incomparable, una experiencia que no olvidaré jamás, es como un sueño que cada día lo veo como si estuviera aún ahí”.
Trabaja en el GOM
Salvatierra es padre de un niño de 3 años de edad. Como uniformado tiene 10 años y medio, en el pasado mes de marzo ascendió de cabo segundo a cabo primero y actualmente labora en el Grupo de Operaciones Motorizadas (GOM) de la Policía Nacional, acantonada en la ciudad de Manta.
En 2013, mientras realizaba patrullaje preventivo, se percató que habían asaltado en un local comercial, en ese momento pidió refuerzos y en persecución capturaron a los presuntos responsables junto al dinero sustraído. Por este procedimiento recibió felicitaciones.
El servidor policial tiene 33 años de edad y se considera un ser humano comprensivo, que le gusta comunicarse permanentemente con las personas a quienes puede ayudar sin ninguna clase de interés.
El agente realizó el curso para policía en Santo Domingo de los Tsáchilas y trabajó durante dos años en la ciudad, luego le dieron el pase a Manabí, donde se ha desempeñado en el Servicio Urbano y en el GOM. “Mi meta es seguir colaborando con la institución, dar todo de mi para llegar con la frente en alto hasta el grado de suboficial mayor y salir por la puerta grande”, mencionó.
Policía ganador
Hace un mes, mientras estaba laborando, lo llamaron para informarle que se había ganado un pasaje a Brasil, con todos los gastos pagados, a presenciar el partido Ecuador contra Francia.
Al principio, el agente creía que era mentira y que podía ser algún tipo de extorsión o estafa, por lo que viajó hasta Guayaquil a consultar a la compañía de televisión pagada, de la cual es cliente hace cuatro años, constatando que su nombre contaba en la lista de los 40 ganadores.
Los familiares del gendarme le dijeron que aprovechara la oportunidad y solicitó permiso a los comandantes, quienes autorizaron la solicitud.
El uniformado agradeció a Dios por esta oportunidad, ya que no cualquier persona tiene la dicha de asistir a un mundial. / Redacción Manabí.
Fotografías:
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