La Pradera es uno de los barrios más populosos de Manta. Ahí habitan más de 8 mil personas. Por la presencia de fábricas y negocios, de a poco, la zona se convirtió en un sitio en donde los asaltos y tiroteos eran cosa de todos los días.

Santa Ibarra recuerda que desde su pequeño negocio de dulces muchas veces escuchó historias de robos y asaltos. “Era una zona muy difícil, era peligroso salir de casa, con el riesgo de que algo pudiera pasarnos”, menciona.

Preocupados por esto, los vecinos optaron por gestionar la construcción de los entonces llamados Puestos de Auxilio Inmediato (PAI). Ninguna gestión resultó. Limitaciones de presupuesto, pero, básicamente, falta de coordinación entre instituciones, impidieron que esto se concrete.

Con la llegada del Gobierno de la Revolución Ciudadana, el ímpetu de la comunidad se reactivó. Tras algunos meses de gestiones directas, la aspiración se hizo realidad cuando el Ministerio del Interior dio la aprobación para levantar en el barrio una moderna Unidad de Policía Comunitaria (UPC).

Inconvenientes
Luís Castaño, presidente del Comité Barrial La Pradera menciona que fue mucho el tiempo perdido, aunque reconoce que de por medio estuvieron diferencias “políticas”, las que impidieron que la obra se concluya en menor tiempo.

“Si esto hubiera sido antes, si de esto se hubieran acordado antes los concejales (de Manta), cuántas vidas humanas no se habrían perdido, cuántos muertos no hubiesen habido”, así recuerda Castaño al observar el edificio de la nueva UPC que el Ministerio del Interior entregó este miércoles a la ciudad de Manta, Manabí.

El dirigente barrial señala que la obra pudo haberse concretado hace varios años y con un diseño aún mejor que el definitivo. Sin embargo, lamenta que este objetivo se frustró por intereses políticos que impidieron al Ministerio del Interior avanzar en la construcción de la obra.

“Nosotros solicitamos al Ministerio del Gobierno. Nos respondieron que en La Pradera estaba planificado construirse una Unidad de Vigilancia Comunitaria. Nos pidieron el terreno, pero el terreno está secuestrado por una ex concejala del PRE y no pudimos entregarlo para que se construya la UPC”, dijo el dirigente.
Solución

Ante la imposibilidad, los vecinos acordaron con el Ministerio del Interior ubicar otro terreno. Por ser un terreno más pequeño que el original, la construcción se limitó a una UPC. Una infraestructura apenas más pequeña, pero cuya efectividad para prevenir y atender llamados de emergencia ha sido demostrada en varias ocasiones.

Pese a estos inconvenientes, la obra finalmente se concretó y fue entregada este miércoles a la comunidad. Ahí serán ubicados, permanentemente 16 policías, con su respectiva dotación de dos patrulleros, tres motocicletas y equipos de comunicación. Un logro que enorgullece y tranquiliza a los vecinos de La Pradera. daniel.murillo@mdi.gob.ec