Cuenca.- Durante la última semana, la Policía Judicial en el Azuay recuperó vehículos que estaban reportados como robados, en diferentes sectores de la ciudad. Los vehículos fueron trasladados a los patios de retención de la institución hasta que sus propietarios presenten la documentación para retirarlos.

En la Panamericana Norte, la Policía Nacional retuvo a un vehículo, el cual se encontraba reportado como robado, y se intentó matricular en la ciudad. El propietario del automóvil, un Nissan, de placas AFJ-198, indicó que el vehículo fue robado el pasado mes de junio.

Otro vehículo fue recuperado durante un control, personal de la Policía Nacional detuvo la marcha de un jeep Chevrolet Gran Vitara, de placas ABD-3577, luego de las investigaciones pertinentes se descubrió que estaba reportado como robado en esta ciudad, desde el pasado mes de enero.

El conductor del vehículo indicó que lo compró a principios de año y que pagó 20.000 dólares por el mismo, además entregó a la Policía los datos sobre la persona que le vendió el automotor.

Patrullajes

Durante un patrullajes los uniformados observaron a un jeep Mitsubishi, de placas OBP-387, el cual se encontraba abandonado y con la llaves en su interior.
Los uniformados revisaron el vehículo y descubrieron que estaba reportado como robado e inmediatamente alertaron al supuesto propietario, quien manifestó que había vendido el automotor hace 15 días y desconocía que había sido robado a su nuevo propietario.

Por otro lado, agentes de la Policía Judicial descubrieron en un taller mecánico un vehículo tipo jeep modificado, cuyo propietario no contaba con documentos ni registros de sus partes, por lo que fue retenido para las investigaciones correspondientes.

Controles y seguridad

El coronel Germán Cevallos, jefe de la Policía Judicial en el Azuay, indicó que los controles por parte de la Policía Nacional son constantes ya que existe personal específicamente destinado para este tipo de investigaciones.

“Uno de los problemas que presentamos es la compra de vehículos de dudosa procedencia en las ferias de automotores. Los ciudadanos aparentemente aprovechan el bajo precio de un auto y lo compran, pero no verifican si tiene algún impedimento legal o alguna irregularidad”, indicó Cevallos. /Redacción Azuay.

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