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Las redes sociales son un ‘arma’ utilizada por estructuras dedicadas a la trata de personas

Quito. Jugar con los sueños es la especialidad de quienes se dedican al delito de trata de personas o conocido mejor como la esclavitud del siglo XXI. Mediante engaños, amenazas, violencia física, estafa, entre otros, se priva a las víctimas de la libertad con fines de trabajo forzoso, sexual, servidumbre doméstica, mendicidad infantil o tráfico de órganos.

En lo que va del año, la Policía Nacional y sus diferentes unidades realizaron 44 operativos a nivel nacional e internacional, rescatando a 30 personas de la privación de su libertad y deteniendo a 34 presuntos implicados en el tráfico de personas, según estadísticas de la Unidad contra la Trata de Personas y Tráfico de Migrantes del Ministerio del Interior.

Jugar con los sueños es la especialidad de quienes se dedican al delito de trata de personas o conocido mejor como la esclavitud del siglo XXI. Mediante engaños, amenazas, violencia física, estafa, entre otros, se priva a las víctimas de la libertad con fines de trabajo forzoso, sexual, servidumbre doméstica, mendicidad infantil o tráfico de órganos.

La delincuencia también usa redes sociales y este delito no es la excepción. Estos medios facilitan captar a personas mediante el contacto directo, acceso a información personal, fotografías y vínculo social con sus víctimas.

Aceptar amistades desconocidas, subir fotografías en todo momento o lugar, publicar ubicaciones, exponer problemas familiares o estados de ánimo, parecen acciones inofensivas, pero se convierten en armas principales de estas bandas para medir su nivel de vulnerabilidad y poder abordar a sus víctimas.

La trata de personas no es una cuestión solamente de género, estatus económico o etnia. Este problema se presenta en todo el mundo y en nuestro país también. Por ello, se debe tomar medidas preventivas como: depurar la lista de contactos de redes sociales, aceptar solo a personas conocidas, no responder mensajes de desconocidos, si existen ofertas de trabajo averiguar la fuente, no confiar en publicidades informales y denunciarlas.

Las organizaciones delictivas utilizan las redes sociales para captar a posibles víctimas, debido al mal uso que los usuarios dan a las mismas. El engaño es la base de este delito, mediante el cual se ofrece “oportunidades únicas” como: trabajo en el exterior con sueldos exorbitantes, dinero fácil y sin garante, becas estudiantiles inmediatas y sin mucho papeleo.

En la actualidad, el internet es una herramienta fundamental para la comunicación, investigación y sociabilización inmediata, pero es necesario recordar que absolutamente todo lo que se suba a internet se convierte en dominio público. Si aceptamos la solicitad de personas desconocidas, accedemos a que sean parte de nuestra vida virtual.

La denuncia ciudadana ha sido clave fundamental para desarticular bandas delictivas dedicadas a este delito y rescatar a las víctimas. La seguridad ciudadana es responsabilidad de todos, por esto, la comunidad puede ofrecer información o realizar sus denuncias al 1800-Delito, a fin de consolidar la seguridad para todos los ecuatorianos. Redacción D.P. /Quito.


 

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